jueves, 4 de junio de 2009

GENEROSIDAD DESUSADA


En medio de una crisis siempe sin precedentes porque es la última, el fútbol argentino arremete con fondos de emiratos árabes para tapar sus miserias. River último en la tabla, Boca peludeando para no alcanzar el récord, y como para imitar y sobreadaptados siempre fuimos los primeros y la actividad en el Primer Mundo tiene managers quiénes somos nosotros para ser menos. Los xezeizes hicieron punta con el inefable Carlitos Bianchi y la módica suma de 1,9 millones de dólares año en un contrato por tres. Si bien nada se sabe a ciencia cierta en qué consiste la función de manejador, la AFA lo puso a Carlos Bilardo en semejantes funciones con otra suma bochornosa. Para completar el aquelarre, el parsimonioso Enzo Francescoli se está anotando a la uruguaya, en silencio, para escalar en ese puesto en un River que no da para más.
La calamitosa campaña boquense en todos los campeonatos y copas 2009 decidió la salida un poco confusa de Carlos Ischia como DT. A pesar de la cláusula impuesta por Bianchi no querer ser más DT, menos sucesor de Ischia, de quien son amigos, la palabra empeñada y el contrato firmado, en un país como la Argentina, dura hasta que se decide lo contrario. El Virrey, como se lo ha motejado sin saberse quién es el monarca, dedició por lo sano y se rebajó el 50% el sueldo, o sea, que percibirá sólo 900 mil dólares al año para dar el ejemplo.
Las connotaciones señeras en un país que flamea y donde el juego es el principal formador de cultura corre por cuenta de cada uno.