El expresivo mundo de las manos no necesita comentarios. El deleite de verlas acariciar, volar, acariciar el teclado y la limpieza de las notas. ¿Las disfrutamos?
Cabe de todo y para todos ¿Para qué más? La expresión popular, sus significados y alcances, no necesitarían explicación si no fuera la Revolución Productiva payasesca que ha tenido a bien producirse desde los '90 para acá y donde da lo mismo la libertad que el aire libre. Y también porque adentro hay de todo. Menos honestidad, honor, apego a la palabra empeñada y otras antiguallas, de todo. Pero fragancias fétidas a tirar para arriba.