Sin comentarios. Por un problema de dignidad se tendrían que ir todos. Pero el problema es que en la Argentina no sólo vuelven, sino que se reproducen. Poco después, con la flamante viuda presidencial hacían chistes alusivos en actos públicos. Cobran cifras siderales como sueldos, de por vida, y otra que el 82% al retirarse. ¿Nos lo tendremos merecido?
jueves, 18 de noviembre de 2010
jueves, 11 de noviembre de 2010
ESTE TREN TAMBIEN IBA A VARSOVIA
Haciendo lo mejor que saben hacer: darle al sover y el peripipì. |
El viejo Sócrates supo decir que en el origen de la violencia siempre hay un abuso de poder y de lenguaje. Esto daría pie para intentar una explicación racional a por qué la Argentina es un loop de quilombos, entiendo por eso último no los plácidos lugares donde se practica el comercio sexual sino aquel, al decir de la Real Academia, donde se subvierten los valores morales. Ayer, después de tres días de quilombos de todos los tamaños e idiomas, con epicentro en un ala del aeropuerto internacional de Ezeiza reacondicionado a los tales efectos, el ministro de Planificación (léase: pla-ni-fi-ca-ción) de la Nación, Julio De Vido, le anunció a los periodistas que por un problema de tiempo no se iba a poder hacer todo lo que hay que hacer y anunciaron que iban a hacer con la única pista del aeroparque Jorge Newbery. Los motivos son muy simples y hasta un opa los entiende: el movimiento en Ezeiza no es el mismo que hace tres años, cuando empezaron a hablar del asunto, y de los vuelos de cabotaje del Newbery mejor ni hablar. Menos mal que los miles de perjudicados que durmieron en el piso, se gastaron las cuerdas vocales puteando, perdiendo vacaciones o no teniendo cómo acarrear hasta una de las puntas del país el féretro con el hijo de diez adentro ya se fueron. Daba para un linchamiento. Varios funcionarios de menor cuantía que se animaron a poner la cara y tratar de explicar lo inexplicable, una disciplina deportiva típicamente peronista, hasta recibieron unos cuantos coscorrones. Otros responsables del asunto, como el doctor Mariano Recalde Jr., al frente de Aerolíneas Argentinas, que pierde 2 millones de dólares diarios por tener que cubrir puntos y distancias que ninguna línea comercial haría, lo cual era archisabido pero no les impidió anunciar que la carne podrida y quebrada que la compraron al Grupo Marsan con generosidad iba a ser un verdadero orgullo y una fábrica de ganar guita, aparte del orgullo de volver a tener una aerolínea de bandera. A Recalde Jr., en ese puesto por ser hijo del abogado de la CGT y de Hugo Moyano, sin embargo no le falló nada cuando cargó a sus mejores amigos de La Cámpora, todos chicos nacionales y populares amantes de transpoirtarse vía áerea con aviones particulares y todos los gastos pagos, y algún descendiente Moyano del clan para ir a ver al seleccionado argentino a Montevideo, por las eliminatorias del mundial de Sudáfrica, y despacharse lo más suelto de cuerpo que con el 30% del pasaje pago se salvaban los gastos. Ahora van a remozar la flota de los aviones de madera balsa que nos dejó el gallego y encaró para el lado de los Embraer, AirBus y Douglas. De los primeros, hasta los circunspectos chinos dijeron que eran unas batatas, los segundos se están viniendo abajo demasiado seguido y los terceros nunca alcanzaron a estar en los primeros puestos. En cuanto al otro responsable de la Argentina Aérea, en lo civil, Alejandro Granados Jr., luce en su currícula ser hijo del dueño de El Mangrullo, el enclave preferido sobre la mano derecha de la autopista a Ezeiza para las grandes parrilladas peronistas, amén de intendente de ese partido del conurbano y el otro hijo presidente del equipo local Tristán Suárez. La madre es Dulce Liberal, diputada nacional, y todos son uno con El Pelusa y su novia de vecinos, a tal punto que la municipalidad lo nombró ciudadano ilustre y todo.
Anoche la sesión en Diputados, para aprobar el Presupuesto 2011, hizo sapo, se reputearon y llovieron las denuncias por aprietes e intentos de soborno. El domingo el Quilmes Atlético Club volvió a perder, algo que no es noticia, pero sí que lo preside el doctor José Luis Meizner, que aparte de ser la mano derecha de Julio Grondona desde siempre, de modesto y para mantener el perfil bajo le prestó el apellido al Estadio Centenario que por eso ahora se llama Estadio Centenerio José Luis Meizner, y ganó cómodo las últimas elecciones llevando de vice al jefe de Gabinete, doctor Aníbal Fernández, que ya lo presidió y negoció jugadores y que algunos hasta le objetaron con vehemencia que habían incompatibilidad entre ambas funciones. Que vayan a cagar a los yuyos. Si encima tiene tiempo para darle al Twitter y ayudarla a la pobrecita Andrea del Boca con los quilombos que tiene con el ex marido. Bueno, el caso es que los Los Muchachos del Tablón, a pesar de las habilitaciones para cuanto comercio cerca de la estación quisieran, se cansaron de tanto gritar los goles de los contrarios y después que terminó les hicieron de goma los autos a los jugadores propios, a los micros de la visita, en este caso Los Triperos platenses de los que es hincha fana la presidenta Cristina y ahora los players cerveceros tienen que entrenar con custodia policial. No sólo eso, sino que muy suelto de lengua dijo por una radio que por lo menos a uno de los dos atacantes efectivos lo conoce, es su vecino, y si bien merecen 70 años de cárcel (sic) ojalá que alguno haga la denuncia y los metan en cana por que él no la va a hacer. Como asociación al paso, recuérdese que se trata del mismo funcionario que cuando la Federal les hizo paso a los de los Unión Ferroviaria reforzados por un plantel sicario de barras y mataron a Mariano Ferreyra e hirieron grave en la cabeza a una señora mayor que sigue en coma en el Argerich, el mismo Fernández dijo que la Federal había hecho lo que tenía que hacer. ¿Tener semejante cargo y quedarse mosca con semejante conocimiento de la autoría de un delito también está comprendido en lo que tienen que hacer los peronistas?
La presidenta está en Seúl, ahora luciendo modelos todos en negro, dada su flamante viudez, y como el Tango 01 al finado no le gustaba porque no andaba nada bien mandó a chartear un Bombardier, el mismo que usa William Henry Gates IIIº, (a) Bill Gates, y algún que otro homeless por el estilo, a la módica suma de 500 mil dólares y se tuvo que quedar 14 horas de plantón en Los Angeles porque parece que el chiclé de baja de una de las turbinas no andaba. Al resto de la patota de la comitiva, como se estila, la mandaron por vuelos comerciales de los comunes y resulta que llegaron antes.
Los Borrachos del Tablón volvieron a las andadas. Resulta que el negocio de los Trapitos, léase cobrar por el estacionamiento en las calles linderas al Monumental está de parabienes, dos recitales seguidos de Paul MacCartney y sobre el pucho el superclásico, así que a la salida de la misa para recordar a Gonzalo Acro, emboscado a la salida de un gimnasio, una fracción disconforme con el fraccinamiento de la guita que iba a entrar en caja los esperó a la salida del oficio religioso y los cagó a tiros, trompadas, palos, piedrazos y hasta algún vecino que encontraron a mano. La maledicencia volvió a tronar con el asunto que la 51ª libera la zona para que los muchachos no tengan problemas.
Los asesinatos de los que terminan de guardar el auto en el garage de la casa para llevarse el auto o no, para sacarles la plata o no, para entrar en el domicilio y llevarse hasta los ceniceros, sigue en su nivel normal. Como el Autoexterminio Argentino a tortazos de trompa, vuelcos por desbandes, micros truchos cargados de gente y corriéndose por la ruta para llegar primero y cargar más pasajes. Otro tanto con la inflación.
El personaje de historieta, aparecido a mediados de los 60, por obra y gracia de Guillermo Guerrero. |
Al superclásico lo juegan el martes 16 a las 19 por el asunto de los recitales, Pasarella lo rajó a Cappa y va Jota Jota de DT interino, pero por el lado de la Boca el mormón Borghi no está cómodo, mandó a llamar a un predicador de su confianza que le dio resultados el año pasado para sacarlo campeón a Argentinos Juniors y si pierde ya anunció que se va porque se quería ir antes, incluso. Mientras la republicana Cristina Elizabet Fernández viuda de Kirchner chartea aviones a medio palo verde, en la otra orilla el ex tupamaro, que se pasó diez años adentro de un pozo, prisionero, el Pepe Mujica, consideró que el presidente de la República Oriental del Uruguay tenga una residencia en Punta del Este es un lujo al pedo y la vendió, a ellos no les da el piné, son más modestos y chacareros, si él iba al Senado en motoneta y con el casco reglamentario. Estuvo para el velorio de Néstor Kirchner, (a) Lupín, como le decían por el personaje de historieta, vino con los jefes de la oposición como para mostrar que el sentimiento era yoruga, no partidario, y cuando vio todo lo que vio, dijo sin más: "Los argentinos están partidos en dos." Primero, que no sabe ni contar y después, ya medio viejón no pudo entender que a determinadas personas, por razones políticas, no se la dejara entrar a la capilla ardiente. Eso le pasa por haber estado tanto tiempo en un pozo como castigo por haber agarrado los fierros; si como la Cristina, por pegar unos afiches en La Plata, hubiera estado cuatro días en una comisaría, minga de vender las residencia en Punta del Este, se hubiera comprado una más grande en San Ignacio y tendría una flota presidencial de aeronaves más grande que las ocho que tienen los Kirchner hasta para ir a comprar el diario. Incluso, en vez de chartear el Bombardier, se hubieran comprado uno color celeste y chau, qué tanto joder.
martes, 2 de noviembre de 2010
EL ETERNESTOR DESCANSA EN UNA BOVEDA PRESTADA DE RIO GALLEGOS
Los afiches con que empapelaron la ciudad promocionando el acto. |
LA HISTORIETA CONVERTIDA EN HISTORIA
El Eternauta, la historieta de ciencia ficción creada por el guionista Héctor Germán Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López, publicada inicialmente en Hora Cero Semanal de 1957 a 1959, es un clásico de la cultura popular tan intocable como enrevesado. Aparte, a esta altura, con las interrupciones y reapariciones que tuvo, agregado al destino trágico de su guionista y sus hijas, resulta ocioso tratar de separar realmente lo que fue dibujado e impreso de las cosas que se han dicho y escrito sobre esa obra, algo que supera largamente en vastedad y ambiciones. Es más: hasta es atinado conjeturar que todo lo que se ha dicho es la verdadera realidad de lo realmente hecho.
La cita viene a cuento porque el personaje fue exhumado a mediados de setiembre último para promocionar un acto en el Luna Park de apoyo a Cristina Kirchner donde iba a hablar su marido y su principal patrotinante era La Cámpora, una fracción juvenil impulsada por Máximo, el hijo mayor de ambos. Los costos invertidos en semejante despliegue nunca se ventilaron. Menos que menos sus orígenes. Y ahora, a un mes y medio de sucedido, aparecen los fantasmas escalofriantes de otras secuelas que se agregarán a las ya múltiples derivaciones del personaje y al balbuceo mítico sobre la erección de El Pingüino hasta como un paradigma revolucionario.
Néstor Kirchner al final no fue orador en aquel acto. El fin de semana anterior habían tenido que salir de urgencia hacia una clínica de Belgrano y hacerle una anginoplastia, colocándole el stetner correspondiente, debido a la obstrucción de una arteria coronaria. Era el segundo episodio de ese tipo y esa gravedad en muy poco tiempo. También sería el último. Desoyendo los clásicos, paternales y siempre alarmantes consejos médicos había vuelto prácticamente al minante trajín como si nada. El tiempo lo urgía. Por encima de la racionalidad clínica y de la actitud conservadora, paternal, de los galenos, estaba todo su pasado timbero y la omnipotencia en que su buena estrella terminaría primando sobre la tiranía de la realidad.
Ahora la información tiende a apuntar a su hijo Máximo, repentinamente encubrado tras su muerte, mentor de La Cámpora, como el autor de la idea de crear el Eternéstor de los afiches, cuyo facsimilar abre esta entrada. A la luz de los sucesos no resulta muy tranquilizante las concomitancias de la idea y las hijuelas incontrolables que tira siempre la cultura. Al personaje original los lugares comunes lo han consagrado como un símbolo sin más de la Resistencia Peronista, particularmente no tanto de la Fusiladora que se entronizó en 1955 como del onganiato que desembocó en los dos Cordobazos y por extensión, dado el destino sufrido por el autor y sus hijas, casi paradigma del montonerismo combatiente, perseguido y masacrado por la última dictadura militar. Los amigos de elucubrar teóricamente con estas manifestaciones de los vulgarmente considerados géneros menores machacan, sobre todo, que el autor instaló para siempre la idea no del héroe individual sino del héroe colectivo. En la Feria del Libro del 2008, auspiciada por las 62 Organizaciones, se dio una charla donde sin más se puso al Eternauta como figura representativa de los que comúnmente se conoce como Resistencia Peronista. El 21 de octubre del 2009, durante el acto de reglamentación de la nueva Ley de Medios Audiovisuales en el Teatro Argentino de La Plata, Elsa Sánchez, la viuda de Oesterheld, y Francisco Solano López, el dibujante primero de la tira, descendiente del famoso mariscal paraguayo que lo enfrentó a Mitre en una guerra que no se va terminar de digerir nunca, le entregaron a la ya presidenta Cristina Fernández la estatuilla del Eternauta, una especie de Oscar o Martín Fierro a los comics, como "reconocimiento a su coraje al haber impulsado desde el poder ejecutivo la sanción de la Ley de Medios." El 5 de octubre de este año, cuando Cristina Fernández, al frente de la muy nutrida delegación argentina a la Feria del Libro de Frankfurt, donde de la docena de paneles que constituían el stand dos estaban enteramente dedicados a ella, tuvo una especial dedicación a la viuda del consagrado guionista y la distinguió a Elsa López también como reprentante simbólica de los setente autores invitados que constituían la delegación, abrochando de esta manera la instauración mítica del personaje que comenzó su vida de ficción en Vicente López, junto a tres amigos, cercado por una nevazón electrónica que a fines de los '50 le dejaba sólo a la imaginación algún asidero científico o una explicación racional.
Trazar paralelos entre vidas reales y de ficción suele no se muy aconsejable. Ahora, este amuramiento entre el héroe pergeñado por Oesterheld y El Pingüino no parece muy plagado de felicidades, salvo para los fanas de la historieta de cualquier tipo. El Eternéstor estuvo bastante lejos de combatir, palo y palo, con las extrañas, invencibles fuerzas con que lo hizo su par de papel y plumín. En lo que sí quedan estrechamente emparentados es en los finales abruptos y no muy felices que tuvieron los dos.
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