Y NO FIRMO LOS TRATADOS...
La dimensión del genocidio todavía no se percibe porque las clases dominantes se apropian del futuro estratégico y le dejan a la plebe las migajas de los que van últimos.
Tampoco hay que preocuparse por los que creen en la trascedencia, la otra vida y ven a la pobreza como escandalosa. Van a ser los más jodidos. Dios puede existir y van a tener que rendir cuentas.
El problema es ahora. Qué hacer para frenarlos. Ellos no creen ni en Dios ni en la otra vida y van a disfrutar esta a cuatro manos. A despecho de los mejores sentimientos que todavía hacen que la humanidad se parezca a algo humano. Si se fracasa en este campaña, como se fracasó en tantas otras, que queda el testimonio que hubo seres que hicieron lo posible por advertirlo.
Lo rogamos encarecidamente: vean este corto.